Verónica Deltoro (Barcelona, 1975) es licenciada en Bellas Artes y completa sus estudios con el posgrado en anatomía humana; una de sus pasiones. Formada en talleres con los pintores realistas de la Fundación Arauco, y con artistas como Alex Alemany o Alyssa Monks, la obra de Verónica bucea en el alma humana a través de la figura y su máxima expresión: el retrato.
Su trabajo se centra en la pintura figurativa y la instalación fundamentalmente. Ha trabajado como profesora de pintura desde que finalizó sus estudios en diversos talleres municipales y escuelas. Ha realizado numerosas exposiciones colectivas y en 2012 presenta su primera exposición individual: “Nada es como el fin”.
“La vida no se detiene. El tiempo salta por encima de nuestras cabezas y ha traspasado mi vientre al parirte, al amamantarte. Todo empieza y a través de ti, se hace eterno.
Los órdenes han cambiado. Y de nuevo empiezo, empiezas.”
(Texto de Virginia D. Novella: “Nada es como el fin”, 2012)
Su obra se encuentra en diferentes colecciones particulares, una gran parte de ella en Shangai (China) y también en algunas instituciones públicas: Ayuntamiento y Casa de la Dona de Mislata, Espai Inestable…
“Patrones de Vida” en 2017 es su segunda exposición individual.
“Verónica… representa esas vidas plagadas de agujeros y ausencias, vidas zurcidas, recompuestas cada una de ellas, siguiendo patrones distintos. Cuerpos llenos de costuras, hilvanados los trozos de la manera posible, que no es la única y a veces puede no ser la mejor.”
(Texto de Virginia D. Novella: “Patrones de Vida», 2017)
Con un discurso intimista los personajes aparecen en actitud distante, aislados del espectador, inmersos en un mar de patrones, llenos de instrucciones a seguir con los que se intentan recomponer.
Pinceladas agitadas, líneas nerviosas y quebradas entre las que se huele el miedo, la esperanza o el duelo.
Figuras reflexivas congeladas en el tiempo que esperan con incertidumbre el devenir de la vida.